Capitulo VIII: Largas noches, pensamientos diarios pag 50

Apenas había llegado a su altura y ya estaba mi nombre en sus labios, esta mañana ni siquiera me recibe con un buenos días, tan solo con un reproche y la pregunta de si me he dado cuenta del frió que hace esta mañana. Con mucha educación le digo buenos días, con una sonrisa y le digo que mis ideas aun siguen congeladas, con el frió, obvio que se que hace frió. A lo que ella me responde que no hay calefacción en la clase, que si no tengo pensado en hacer nada.

Sinceramente le dije que no, que no era culpa mía que se estropeen la calefacción en la universidad y que yo ni podía ni quería hacer nada. Era la primera vez que era borde con ella, bien lo sabe dios, pero me salio del alma en aquel momento. Por una vez tan solo la considere una mas de las compañeras, quizás fueron sus formas, quizás el momento, pero se me quedo en mis pensamientos por varios días. 

Capitulo VIII: Largas noches, pensamientos diarios pag 49

La semana mas larga de mi vida se había terminado, en mi cabeza había un montón de pensamientos que no me dejaban pensar, no me dejaban dormir,no me dejaban vivir. Esta chica nueva había entrado como un elefante en una cacharreria, había roto toda la paz y tranquilidad que había encontrado durante cinco largos años en los brazos que hasta el momento era mi novia. Cerraba los ojos y aparecía en mis sueños, abría los ojos y pensaba en ella. ¿Que me había pasado, si yo estaba enamorado de quien había compartido su vida conmigo?

Llego el lunes, un horario repleto de clases y muchas horas compartidas con el diablo que atormenta mi vida. Apenas había llegado a la entrada de la clase y ya estaba allí, esperando para entrar, mas temprano que yo. En mi hombro mi portátil, abrigado hasta las cejas y con un frio que calaba hasta los huesos. Se escribiría una nueva pagina en mi diario, un nuevo pensamiento de esta mujer en mi vida.