Capitulo VII: La verdad en tus ojos pag 46

Pero a la vida le gusta jugar a algo que no viene con instrucciones. Recogia todas mis cosas y me marchaba junto con mis amigos. Estaba mas callado que de costumbre, llegue a la parada del autobus y me sente mientras ellos hablaban. Recuerdo que me preguntaban y no respondia mas que con monosilabos. como siempre su autobus llego antes y se marcharon. Me quede solo en esa parada, al menos lo que yo pensaba. 

Al poco de todos haberse marchado llego ella, no recuerdo porque pero estaba bastante cabreada. Si algo me habia enseñado la vida es no preguntar el porque del cabreo. Me mantuve callado, como casi siempre, pero sin pasar diez segundos ella empezo la conversacion. Cuando algo empieza que crees que me ha pasado sabes que va a ser largo largo.

Comenzo a contarme que todos teniamos pareja de laboratorio menos ella y que tenia que hacer el doble de trabajo sin tener apenas practica, que aunque el tecnico de laboratorio le ayudaba no tenia tiempo ni para respirar. Ella seguia contando mientras yo tan solo asentia con la cabeza, que mas podia hacer. 

Capitulo VII: La verdad en tus ojos pag 45

Sinceramente tenia ganas de que se acabara el dia, en mi cabeza habia demasiados pensamientos. Pensaba en la noche anterior, en lo bien que lo habia pasado con la persona que hasta el momento me habia hecho sonreir, con la persona que durante seis años habia compartido su vida conmigo. Pero no terminaba ahi, tambien habia alguien que se habia introducido en mis pensamientos y que no queria salir.

Sentado en la clase me preguntaba porque mis ojos siempre la miraban cuando estaba ahi, porque pensaba en alguien que apenas conocia y que me hacia chinchar, porque me preocupaba de alguien que las palabras que me decia se quedaban grabadas. Da igual que sea un saludo o una broma, en mi cabeza se quedaban cada palabra que me decia. Su nombre se repetia hasta en mis sueños. Que me estaba pasando que no podia quitarme de la cabeza.

Termino por fin la semana, una larga semana de practicas. Al menos conseguiria tener las tardes libre para poder pensar en lo que me estaba pasando y quitarme de la cabeza esos pensamientos. 

Capitulo VII: La verdad en tus ojos pag 44

Mis amigos bromeaban mientras yo estaba callado, despues del chaparron que me habia caido horas antes, cualquiera habria el pico ahora, hasta que a uno de ellos se le ocurrio preguntarme que habia hecho la noche anterior. Mi respuesta fue corta, bastante bien, como siempre, a lo que la niña contesto descaramente, acabarias bien el trabajo o lo dejaste a medias. No sabia que responder o es que no queria decirle nada a ella. Guarde silencio y espere que llegara la comida.

Terminamos de comer y como siempre mi buen amigo de cafeteria me ofrecio un cafe, se lo agradeci y le pedi una copa de licor, como bien le dije seria la unica forma de que pueda terminar esta tarde. Subimos al laboratorio y cuando llegue no podia dejar de mirar el banco, en dias anteriores no me habia fijado, pero ese concretamente me venian a los recuerdos. 

Capitulo VII: La verdad en tus ojos pag 43

La mañana continuaba, pero esta vez sin ella, al menos unas horas de tranquilidad, clases en las que poder antender, pero no era mi dia, nada mas terminar la segunda clase ya estaba alli. Se dirigio a mi y sus palabras exactas fueron, he realizado tu trabajo, lo que tu no has tenido huevos de hacer. Mi cara era un poema, me habia puesto a caldo delante de mis compañeros. Y si encima era poca la leña, me quedaba toda la tarde para aguantar las puyas.

Se marcho y de nuevo me sente en mi sitio, habia llegado mi compañero. Como siempre nos dedicabamos a sacar unas pequeñas risas poniendo pequeños motes a los que salian de la clase. Me pregunto que me habia dicho cierta señorita y la verdad es que le dije que nada. 

Miraba el reloj y no queria que la clase terminara, me esperaba dos horas antes de las practicas para comer y si, ella se habia autoinvitado al grupo. Nos sentamos a la mesa como siempre los amigos y de repente cuando ya estaba mi sonrisa en los labios echandola de menos llego. Se sento a la mesa con nosotros, concretamente frente a mi. 

Capitulo VII: La verdad en tus ojos pag 42

De nuevo en la universidad, con una gran sonrisa y con ganas de comerme el mundo, pero hay veces que el mundo se vuelve perro y te muerde el culo cuando te das la vuelta. Apenas habia llegado a entrar por las puertas del antiguo rectorado cuando ya estaba alli, casi se me cae el portatil de la impresion. Aparente normalidad pero sinceramente era dificil cuando ya se dirige a ti desde el momento uno. Siendo amable me dijo que debia de poner una queja porque no funcionaba la calefaccion, que debia de hacer mis obligaciones. En este momento quizas me salio la vena borde y le dije que igul que lo podia hacer yo, lo podia hacer ella.

No le gustaron esas palabras, pero si recuerdo bien fue la primera y creo que la unica vez que le plantee cara. Me sente en mi sitio,como siempre, esta vez faltaba mi compañero, saque mis folios, un boligrafo e intentar coger los apuntes. Esta vez ella estaba sentada en la fila de enfrente, mucho mas atras que de costumbre. Aunque pretendia atender a clase, no podia, me llamaba demasiado la atencion sus pequeñas miradas. La clase termino y se marcho sin mediar palabras.

Capitulo VII: La verdad en tus ojos pag 41

Termino la noche, charlamos, reimos y recordamos los viejos tiempos. Nos divertiamos, era como cuando eramos chavales, sus besos me sabian de nuevo a fresa, su aroma a vainilla me enloquecia y su voz sonaba a musica celestuial. Pero faltaba algo, mi corazon estaba tranquilo, era como si algo ya hubiese cambiado y yo no quisiera darme cuenta. Nos fuimos a su casa, tomamos una ultima copa antes de dormir y entre el silencio de la noche se escapaban los susurros de un amor entre las sabanas. 

Amanecio, apenas tenia ganas de levantarme de la cama, no tenia ganas de enfrentarme de nuevo a un dia tan largo como el de ayer, no queria enocntrarme con ese diablo que prendia mi infierno. Pero la obligacion me llama, no podia faltar ya que de nuevo tenia clase y practicas. Nos despedimos con un beso y cada uno se marcho hacia sus que haceres, ella se marcho al trabajo y yo de nuevo a la universidad.

Capitulo VII: La verdad en tus ojos pag 40

Paso el tiempo, ya era la hora de salir, me arregle como siempre, pero la verdad al mirarme al espejo no conseguia verme como bien, me faltaba algo, quizas una sonrisa que estaba perdida. Pense que me vendria bien, una noche con mi chica especial conseguiria aclarar mis ideas y quitarme de la cabeza esta locura que tanto estaba rondando. Nos saludamos como siempre, pero esta vez yo estaba mas frio que de costumbre, miraba a sus ojos y no me veia reflejado, miraba sus labios no enloquecia por besarlos. 

Me pregunto que tal me iba, que apenas tenia tiempo para vernos y no sabia que contestar, entre los estudios y el trabajo no me dan tregua. Sonrei, por primera vez en una semana tenia fuera de mi cabeza a esa chica que me estaba volviendo loco. Charlamos, de como le estaba yendo a ella en su trabajo, como habia mejorado y como se lo pasaba probando cosas nuevas. La conversacion me atraia, volvia a ser de nuevo yo, pero aun no veia mi sombra en sus ojos. 

Capitulo Vi: Y entonces pag 39

Era la primera vez que me encontraba a solas con ella, las primeras palabras que nos dirigiamos estando solos. Miraba al suelo, no se si de miedo, verguenza o quizas por no mirar esos ojos color cafe que embrujaban mis pensamientos. Se marcho en aquel autobus y me quedo en aquella parada con la unica compañia de mis pensamientos en una oscura soledad. 

En aquel momento no sabia que hacer, cuanto menos queria pensar mas pensaba, era como un hechizo, como el sol en una timida mañana de invierno en la que la niebla impide verlo, pero sabes que esta ahi. Llego el mio, me monte de camino a casa, cada minuto que pasaba era un nuevo pensamiento, su nombre estaba entre las palabras mas pronunciadas de mi vocabulario. Que me pasaba, no podia estar enamorado, si ya habia alguien en mi vida que me hacia feliz.

Apenas llegue a casa y encendi mi ordenador para intentar distraerme de un largo dia. En una hora me esperaba esa persona que era especial, la que durante unos años me habia hecho tan feliz y la verdad no sabia ni que decir. 

Capitulo Vi: Y entonces pag 38

Nos sentamos a comer, no recuerdo cual era el tema de conversacion porque si soy sincero en mi cabeza habia muchas preguntas. Tras terminar de comer y esperar a un buen rato de nuevo ha hacer practicas, una tarde mas, cuatro horas por delante. cuanto menos intentaba pensar en ella, mas estaba en mis pensamientos. Creo que tan solo salio de mi mente cuando dos figuras, asi llamadas por el profesor, intentaban sembrar bacterias en una placa, los dos en la misma, ah bueno que era mi compañero y yo. 

Terminamos las practicas y como siempre me decidi por esperar el autobus. Esta vez a esperar al que iria directo a mi casa. Escuchaba musica sentado en la para del bus, estaba solo cuando de repente aparece ella. Tambien esperaria el autobus, lo propio para un dia demasiado largo. La conversacion fue muy corta, apenas un par de minutos y llego su autobus.

Capitulo VI: Y entonces pag 37

La clase ocurrio sin mas preambulos, se me hizo un poco larga, pero como siempre se termina. Un rato de descanso entre clases en el que las bromas se sucedian hasta que de pronto se acerca la chica de las practicas. En ese momento mi amigo y yo nos callamos y me pregunta si puede comer con nosotros antes de entrar a las practicas. Sin problemas fue mi respuestay asi quedo la cosa, a las dos de la tarde a comer. 

Las proximas dos clases se me hicieron eternas, en todo momento me centraba en escribir en los folios y no hablar en ningun momento. Raro en mi, de nuevo esas sensacion que no podia explicar pero que me hacia sentir raro. Terminaron las dos clases y como siempre nos reuminos los tres amigos para comentar el dia.

Llego la hora de comer y la verdad que hasta el hambre se me habia quitado, recuerdo que tenia tres llamadas perdidas de mi novia y que aun no habia contestado. Llame y me propuso quedar para esa noche y vernos que hacia unos dias que no nos veiamos, acepte y la conversacion fue tan corta que hasta yo me quede pensando. 

Capitulo VI: Y entonces pag 36

Esa noche llegue a casa sintiendome raro, no se que es lo que me habia pasado aquella tarde, pero no era normal. Me sente frente a este ordenador y esta vez a diferencia de otros dias no tenia muchas ganas de bromear en las redes sociales. Escuchaba canciones que hacia años que no escuchaba a grupos que hacia meses que no escuche, pero como siempre se ha dicho una noche pare un nuevo dia.

Desperte como siempre, pense que el dia anterior no habia sido mas que una mala tarde. Llegue con las tipicas bromas a la parada del autobus y como siempre y puntual al bar de la facultad a desayunar. Dan las nueve de la mañana y toca ir a clase, tres horitas y cerveceo con los compañeros hasta la hora de comer. Un buen plan para este dia, que es lo que puede salir mal.

Llego la hora de entrar y alli estaba, la misma chica de las practicas entrando en el aula, en casi dos semanas que llevabamos de curso no la habia visto y ahora dos dias seguidos en e la encuentro vaya casualidad pense. Sin darle mas importancia me sente en mi sitio y comence a bromear con mi amigo guachin.

Capitulo VI: Y entonces pag 35

La espera era larga y al menos nos quedaba un rato antes de entrar. Los demas compañeros iban llegando y tan solo salia de mi pequeño asombro para por educacion saludar. No se cual era el motivo pero no dejaba de mirar a esa chica que estaba sentada en el banco, ella permanecia callada y de vez en cuando la miradas se cruzaban pero la mia se volvia a perder en mi cabeza.

Debia de ser un mal dia, alguien que se habia cruzado en mi vida cuando menos se espera y que tan solo me parecia familiar pero no recordaba quien era. Comenzaron las clases y entre momentos de lucidez y chapuzas se me escapaba una mirada hacia la chica del gorrito azul. Ella no se daba cuenta pero en cada momento mis ojos eran la mirada de alguien que no sabia que pasaba.

La tarde termino y la verdad es que me iba a casa mas raro que de costumbre. El silencio hablaba por mi, mis amigos me preguntaban que si estaba enfermo por mis poco humor y que mis palabras habia que sacarlas de mi boca con una cuchara. 

Capitulo VI: Y entonces pag 34

Se formo un silencio durante unos segundos mientras saludabamos por cortesia y seguimos con nuestras risas y chascarrillos hasta que en cierto momento, no recuerdo si poco o mucho ella decide entrar en la conversacion. En ese momento es cuando mis ojos miran a esa persona y ven algo en ella, no la conocia, pero sentia como si ya supiese todo de ella, algo nuevo. 

No recuerdo cuales fueron sus primeras palabras, la verdad es que quizas estaba distraido o quizas estaba pensando en que lugar de la clase se localizaba esa persona y que yo apenas habia visto. Su voz era agradable y desprendia sabiduria en cada una de sus palabras, no se si sera cierto pero en mi cuerpo habia algo que decia que era mas que conocia.

Tras unas cuantas risas y unos cuantos chistes sin gracia sobre la asignatura se presenta. Un nombre que tan solo habia leido escrito y que nunca habia tenido que pronunciar, muchos chistes estaban en mi cabeza pero ninguno me haria gracia si tenia que decir.

Capitulo VI: Y entonces pag 33

Nada mas empezar el curso y por la gran amplitud en practicas que habia, comenzamos ha hacer los grupos, como siempre estaba en de los inseparables, como una profesora nos llamaba, las tres patas de un banco. Llegaron esas tardes largas,en las que te apetecia estar mas tiempo en la cafeteria que en la clase, pero como era lo que tocaba, habia que hacerlo.

Recuerdo que era un 19 de octubre, apenas faltaban un cuarto de hora para entrar en el laboratorio y el peluca y yo subiamos por el ascensor a una primera primera planta para no rompernos los huevos. Recuerdo que discutiamos sobre una asignatura y como siempre el buen humor nos hacia reirnos. La puntualidad nos prima y como siempre eramos de los primeros. El ascensor se abre y vemos que ya alguien espera sentado en el banco.

Capitulo VI: Y entonces pag 32

Comenzaba un nuevo septiembre, los examenes no habian ido del todo mal y me enfrentaba a un cuarto curso cargadito de asignaturas. En cuanto a los amigos decir que ya tenia un pequeño grupo con el que pasaba bastante tiempo, ya que compartiamos todas las aignaturas y nos ayudabamos. En clase habia pocos cambios, como en los ultimos años seguia siendo el delegado de una clase en la que me seguian apollando.

Podriamos decir que habia un nuevo año con pocos cambios, pero a la vida le gusta jugar a un juego del que no solemos tener las reglas y entonces si no las aprendes debes prepararte. En lo sentimental me iba bastante bien, teniamos un grado de madurez demasiado para mi corta edad, pero aun asi era feliz. Me iba bien en los estudios, tenia buenos amigos y encima en eso del amor no me podia quejar. 

Capitulo V: Amar es algo mas querer pag 31

Sin embargo he de reconocer que en ese tiempo de universidad si que hubo chicas que lo intentaron, quizas porque coincidiamos cada dia o simpelemte porque el mismo roce me hacia mas sociable. Pero siempre sabia lo que queria, quien era la mujer que estaba en mi corazón y a la que no podia cambiar nunca. Pase por una epoca poco detallista quizas, perdi un poco la esencia de Nanster, de ese romantico que enamora con frases, dedicatorias y pequeños detalles, para ser alguien mas cercano.

Me sentia libre, enamorado pero segun pasaban los dias algo en mi me decia que no era el camino correcto. Pero mi corazón, ciegamente seguia con ella, mi vida estaba en torno a esa mujer que tenia tanto en comun conmigo, que era mi confidente y que la vida la habia puesto en mi camino. 

Capitulo V: Amar es algo mas querer pag 30

Aunque no era un gran estudiante la verdad que los dos primeros años de universidad me costo aprobar algunas, pero poco a poco me fui centrando y conseguia sacar las asignaturas a trancas y barrancas. Llego mi año estrella, lo que para muchos era el ecuador de la carrera y yo como un loco cargado de creditos, esto me quitaba mucho tiempo que dedicarle a esa persona especial, pero siempre ella tenia las palabras para animarme.

Mis amigos siempre insistiendo en salir, en tomar algunas copas y la verdad es que le cogi gusto a eso, algunas salidas por ahi pero sinceramente no me lo pasaba tan bien como cuando estaba con ella. Crei que mi relacion habia llegado a ese punto de madured en el que aunque estes lejos te echas bastante de menos y aunque los dias pasaban y apenas coincidiamos cuando lo haciamos era increible. 

Capitulo V: Amar es algo mas querer pag 29

Entre momentos romanticos y te quiero pasaron bastantes años, consegui terminar el bachillerato y empezar una carrera, lo que jamas creerian los que me rodeaban. Lo que comenzo siendo una relacion por un simple contacto se convirtio en algo serio, yo me hacia mayor y mas formal y ella me volvia loco. El entrar en la universidad me cambio poco, preferia salir con ella antes que con los compañeros a las sonadas fiestas universitarias, y la verdad es que me perdia muy poco.

Intentaba compaginar los estudios, mi trabajo y el poder estar con ella, la verdad es que tenia poco tiempo para estar con ella, pero cada momento era unico. Dejamos los cafes y las cañas de mediodia para dejar paso a las cenas romanticas, las conversaciones de futuro y poco mas. Quizas me habia echo mayor y habia llegado el momento de sentar la cabeza.