sábado, 10 de marzo de 2018

Capitulo VIII: Largas noches, pensamientos diarios pag 51

Como era normal la cosa no quedaría ahí, sabría que ese reproche me saldría mas caro a mi que a ella. Las horas se me hacían eternas para terminar el día, la verdad es que me sentía un poco  mal por la contestación. Dos horas mas tarde llego mi compañero de clase, quien siempre se sentaba conmigo para decirme unas palabras que ella había dicho. Ella había tenido mas cojones que yo al ir a hablar con quien mandaba para que solucionaran el problema de la calefacción, que para que servia yo. Mi cara era un poema, en un principio me dio igual pero luego ese malestar que había en mi interior se fue, creo que hice bien en la mañana en dar esa contestación a quien ahora me puteaba con sus palabras. 

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