Y como siempre ocurre cuando el tiempo corre en nuestra cuenta es que llego esa ultima noche, la noche en que decía adiós a alguien que en poco mas de una semana había enamoro al bruto. Yo me marcharía y ya no volvería a ver a la mujer que cambio el tiempo por una sonrisa. Si en el tiempo que había tenido no fui capaz de decirle nada esta noche tampoco ocurrirá.
Así fue las horas pasaron sin que me diera cuenta, sin que el valor llegara a mis palabras. Tan solo un simple adiós y ojala y nos volvamos a ver salieron de la boca que tantas veces ha callado. No sabia ni que decir, ni que hacer, tan solo podía irme tal como había llegado, con un montón de recuerdos que tardaría mucho en olvidar. Llegaba al final de otro capitulo en el que no sabría como llegar al siguiente lugar.
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