sábado, 30 de abril de 2016

Capitulo II: Amor en la lejanía pag 8

Lo que es tan fácil para algunos para otros es demasiado difícil, sin embargo no me podía marchar sin al nada mas que conocer su nombre y la ocasión se presento en la tarde. Igual que la tarde anterior y tras cenar quedaron en la misma tasca, yo jugando al futbolin y ellos contando batallitas que solo ellos saben sin pasaron. En ese momento llego ella y pidió jugar, la verdad es que no se le daba mal.

El tiempo pasaba y mientras mas valor tenia yo mas cerca la notaba, asi que poco a poco comenzamos a hablar, sin ningún tema en especial, lo primero la edad. Recuerdo que era un año mayor que yo. Luego a comentar lo aburrido que era el colegio y que el lunes siguiente me tocaba examen del que no tenia ni pajolera idea. Así poco a poco y con la confianza nos fuimos haciendo amigo, aunque la verdad es que no se que hubiese pasado si hubiese sido algo mas mayor, algo mas experto y con mas tiempo que un par de días. 

Podría decir que me hubiese gustado contar un final mas picante, pero simplemente lo mas que podía pasar por mi cabeza seria dar un beso y ni siquiera eso sabia como se hacia. Los años han pasado y aunque he intentado saber de esa chica por las redes sociales nunca pude dar con ella.

Si os preguntáis por el examen os puedo decir que con una buena potra y que te coloques al final de la fila mientras tus compañeros son preguntados hace que tengas una nota bastante buena. 

domingo, 24 de abril de 2016

Capitulo II: Amor en la lejanía pag 7

Amenecio el día siguiente, eran como las ocho de la mañana cuando mi padre despertó y tocaba trabajar, era la razón por la que habíamos ido. Yo apenas había pegado ojo, en mi cabeza solo había una idea, conocer a esa chica, saber quien es y porque no deja de pensar en ella. 

La mañana transcurrió entretenida, mientras mi padre y demás trabajaban yo recogía tornillos y enredaba por los alrededores, de vez en cuando ayudaba pero poco podía hacer. Lo que nunca esperaba es que esa chica se presentara allí, de nuevo mi cara se sonrojaba y la vergüenza que nunca había tenido anidaba en mi. Ella no había pronunciado una palabra y creo que yo mucho menos. Tan solo oía a mi padre conversar con ese amigo y nada mas. 

Yo la miraba fijamente, pero sin decir una sola palabra, hasta que su padre pronuncio su nombre uno que jamas olvidaría porque mas adelante se grabaría a fuego en mi mente. Tras una hora allí y yo sin pronunciar una palabra se marcharon,nosotros nos iríamos a comer. Yo seguía preguntándome que me pasaba, que si era normal, o que si por el contrario era distinta. Ella tenia algo mágico, no sabría decir que pero no era como las chicas de clase, era guapa pero no era realmente lo que me atraía, es difícil de explicar para un joven que apenas conoce que es un sentimiento. 

La comida paso, y yo seguía dándole vueltas, no me podía marchar de allí sin haber conocido a esa chica, sin haber hablado con ella, sin saber que la hacia especial. La cuenta atrás empezaba, tan solo un día completo del que poco tiempo era aprovechable, asi que una oportunidad no se debe despreciar. 

sábado, 23 de abril de 2016

Capitulo II: Amor en la lejanía pag 6

En ese momento aparece la mujer del amigo de mi padre y un ángel, llamemoslo así, porque aunque han pasado tanto tiempo sigue estando en mi mente como el primer día. Cuando apareció me quede blanco, de tal manera que no podía atender a la partida del futbolin. Mientras los goles entraban en mi portería yo seguía mirando de reojo a aquella muchacha. 

Tenia media melena azabache como la noche que nos envolvía, sus ojos grandes y castaños que hacían que la luna se quedara pequeña y como yo tan tímida que apenas soltaba palabras. La noche seguía pasando, los goles entrando en mi portería y yo preguntándome como se llamaba aquella niña de ojos castaños que endiablo mi noche.

Ya se hizo tarde y tocaba dormir, por lo que nos dirigimos a su casa donde nos hospedaríamos por dos días mas. Mientras mi padre y mi tío dormían abajo a mi me toco dormir en la habitación del hermano de la chica. El que apenas lo conociera hizo que esa noche no me atreviera a preguntar el nombre de aquella que momentos antes enloquecía mi vida. 

Nunca me había pasado esto, sin apenas conocer a alguien y ya estaba en mis sueños. Apenas pude dormir, pensando en esa chica que no podía quitarme de la cabeza, me preguntaba una y otra vez el porque pero no tenia respuesta. Tendría que esperar un nuevo día y que los astros se orientaran para que me dieran el valor de al menos conocer su nombre. 

viernes, 15 de abril de 2016

Capitulo II: Amor en la lejanía pag 5

Mi madre me preparo una pequeña maleta con la ropa y nos pusimos de camino el viernes por la tarde hacia un pequeño pueblecito de la provincia de Avila. Recuerdo que hacia un frió de muerte, y que incluso con la chaquetas puestas no se me pasaba. La verdad es que todo el camino iba impresionado, una carretera pequeña y tres montados en el camión, la verdad es que daba un poco de miedo.

Según avanzábamos la noche iba cayendo y decidimos parar en el mismo Avila, en un pequeño bar bien decorado y cerca de la muralla que a mi me quedo boquiabierto. Los tres nos pedimos lo mismo un bocadillo de chorizo al vino que no estaba muy halla, pero a la hora de pagar se lo cobraron a mi padre como si fuera del bueno.

Tras cenar seguimos el camino, nos esperaban veinte kilometros por una carretera que solo cabía un coche y que cuando se cruzaban dos uno se tenia que apartar. Tras unos angustiosos quince minutos conseguimos llegar al pueblo, allí nos esperaban un amigo de mi padre que nos ofreció su casa para que nos quedaramos y así lo hicimos.

Pero para hacer un poco de tiempo decidieron tomar unas copas mientras yo jugaba al futbolin con tres muchachos que vivían alli. La noche pasaba mientras yo me divertía jugando y mi padre y compañía hacían tiempo, hasta que paso algo increíble.

jueves, 14 de abril de 2016

Capitulo II: Amor en la lejanía pag 4

Según pasaban los días y me hacia mas mayor aprendía un poco mas por lo que contaban amigos y compañeros en clase. Cada lunes escuchaba las historias de amorios y noviazgos de los fines de semana de ellos mientras yo me preguntaba como lo hacían. La verdad es que incluso con el pasar de los años sigo sin saber como se hacia, pero bueno creo que nunca se hace uno tan eficaz. 

Mientras ellos se divertían cada fin de semana yo me los pasaba echando una mano a mis padres y dedicando un poco de tiempo a los estudios, sin olvidar esos pequeños ratos con los colegas jugando a fútbol en la calle. Lo que nunca iba a esperar es que en unos de esos días de rutina mi vida fuera a cambiar.

Ocurrió en marzo, recuerdo que era esa fecha porque aunque hacia bastante sol pase muchísimo frió. En un fin de semana en el que acompañe a mi padre a un pequeño viaje de trabajo a un pueblecito de Avila. Apenas había salido de Extremadura por lo que me empeñe en ir con el hasta que lo conseguí, el plan era un fin de semana de trabajo limpiando hierros del tren que servirían después para hacer alambradas. Saldríamos un viernes por la tarde y hasta el domingo por la tarde no regresábamos. 

Era una oportunidad que no podía dejar escapar, conocer Avila y encima una historia que contar a los amigos, lo que yo menos esperaba es que esa historia la recordaría durante bastante tiempo y que aun al pesar de los años siga estando en mi cabeza. 

martes, 12 de abril de 2016

¿Quien es Nanster? pag 3

El no poner el remitente en la carta no facilitaba que yo supiera que la carta le llegaba a ella, pero si ponía remitente sabría que era yo. Sin embargo vivir en un país tan cotilla como este tiene sus ventajas y a los cinco días de enviarla escuche como su tía le contaba a su vecina que había recibido una carta sin remitente de un admirador secreto su sobrina. Eso era lo que yo esperaba que le llegara a ella, aunque no sepa de quien era.

La verdad es que han pasado casi una quincena de años y creo que ella nunca supo quien escribió esa carta, a mi me falto el valor para decirlo o escribirle al menos otra carta. El que ella se mudara y que yo a no tuviera tanto tiempo para salir a jugar hizo que me olvidara de ella. A los pocos meses apenas me acordaba de ella, ya no había escrito su nombre en mis libros y el tiempo hizo que solo quedara en el recuerdo los cuatro poemas que escribí mientras redactaba la carta.

El ser un joven con un cuerpo del montón y no destacar en el deporte no ayuda mucho en estas circunstancias, pero si ademas juntamos que me faltaba valor y que no tenia quien me aconsejara en estos temas pues la cosa empeora mucho mas. 

Pasaron muchos años hasta que una vez la volví a ver, la verdad es que había cambiado muy poco en cuanto a aspecto, un poco mas alta y mas dotada pero por lo demás estaba igual. Lo único que había cambiado es que ahora estaba casada y con dos niños, pero eso ya es otra historia de no nos llevara al final. 

domingo, 10 de abril de 2016

¿Quien es Nanster? pag 2

Aunque no pudo asegurar que fue la primera chica que me enamoro si puedo decir que aquella fue la que despertó por primera vez mi intención de intentar algo. Yo era muy joven tendría unos doce o trece años cuando esto ocurrió y como nunca he tenido quien me guiara en estos temas e Internet no estaba a mi acceso me base en lo poco que había leído en libros y películas románticas que había visto.

La chica vivía en una calle en la que nos reuníamos para jugar un grupo de amigos al fútbol, vamos que nos uníamos diez o doce para darle patadas a un balón, lo que se solía hacer antes. Ella solía juntarse con unas amigas y sentarse cerca de donde nosotros jugábamos. La verdad es que en un principio no me llamo la atención, hasta que de oírla hablar su voz se grababa en mi mente. Yo no sabia porque pensaba en ella o porque escribía su nombre en los libros de texto, pero así paso mucho tiempo hasta que un día tuve la brillante idea de escribir una carta. 

Como solía tener mucho tiempo en mis castigos de la clase, no porque fuera un borrico sino porque siempre se me olvidaban hacer las tareas o estaba metido en algún problema era cuando aproveche para escribirla. Nunca me pareció nada tan difícil que escribir una carta, que debía poner y sobre todo quería que supiera que me gustaba sin decir quien era. Ya por entonces había tenido contacto con los grandes poetas de la generación del 27 que me ayudaron a guiar, si ellos podían ser románticos porque yo no.

Ya apenas recuerdo que decía aquella carta porque ha pasado bastante tiempo y mi cabeza tiene muchas cosas que han ido escribiendo encima, pero os puedo asegurar que era bien romántica e incluso tenia algún que otro verso. Lo único que estoy seguro es que al terminar puse un me gustas y eche unas gotas de colonia para que el papel oliera como había visto hacer en alguna película. 

sábado, 9 de abril de 2016

¿Quien es Nanster?

Para muchos de los que habéis leído mis entradas Nanster es el seudónimo de un hombre que se esconde tras unas entradas algo románticas y con ideas poéticas, pero ciertamente es quizás lo que menos haya de verdad. Nanster es todo menos romántico, porque la verdad es que en su treintena de años que tiene no conoce lo que es que lo amen. Esto es lo que lo ha llevado a escribir tantos y tantos relatos que quizás no ocurrieron pero si fueron soñados.

Nací en el seno de una familia obrera de esas que salen a ganarse el pan día tras días, por eso desde muy pequeñito he sabido lo que es ganarse la vida y soñar con tener lujos que eran difíciles de alcanzar. Que no pudiera tener grandes lujos nunca me influyo, porque sinceramente era mas feliz con balón que con una videoconsola. Siempre he estado rodeado de buenos amigos, eso nunca me han faltado, aquellos que te defendían en el colegio, que pasaban la tarde jugando a las canicas o simplemente te ayudaban cuando no sabias hacer los deberes.

Muchas son las anécdotas que se acumulan en esta cabeza, algunas que me hacen reir de alegría, malos momentos que me entristeces y algunos que ya ni el olvido creo que los recuerde. Desde siempre cuando he querido algo lo he tenido que luchar, y algunas veces lo he conseguido y otras no.


Todo comenzó a muy temprana edad, en ese momento en el que dejas de solo jugar al fútbol y comienzas a fijarte en las chicas. En clase siempre había alguna que me gustaba o que al menos te hacia tilin como se solía decir, pero no solían darme mucha bola. Sin embargo debieron pasar varios años hasta que apareció por primera vez alguien que si que me enamoro, ella nunca supo quien era aquel que se escondía tras una decena de cartas pero ahí fue cuando nació el que hoy es Nanster.