Aunque no pudo asegurar que fue la primera chica que me enamoro si puedo decir que aquella fue la que despertó por primera vez mi intención de intentar algo. Yo era muy joven tendría unos doce o trece años cuando esto ocurrió y como nunca he tenido quien me guiara en estos temas e Internet no estaba a mi acceso me base en lo poco que había leído en libros y películas románticas que había visto.
La chica vivía en una calle en la que nos reuníamos para jugar un grupo de amigos al fútbol, vamos que nos uníamos diez o doce para darle patadas a un balón, lo que se solía hacer antes. Ella solía juntarse con unas amigas y sentarse cerca de donde nosotros jugábamos. La verdad es que en un principio no me llamo la atención, hasta que de oírla hablar su voz se grababa en mi mente. Yo no sabia porque pensaba en ella o porque escribía su nombre en los libros de texto, pero así paso mucho tiempo hasta que un día tuve la brillante idea de escribir una carta.
Como solía tener mucho tiempo en mis castigos de la clase, no porque fuera un borrico sino porque siempre se me olvidaban hacer las tareas o estaba metido en algún problema era cuando aproveche para escribirla. Nunca me pareció nada tan difícil que escribir una carta, que debía poner y sobre todo quería que supiera que me gustaba sin decir quien era. Ya por entonces había tenido contacto con los grandes poetas de la generación del 27 que me ayudaron a guiar, si ellos podían ser románticos porque yo no.
Ya apenas recuerdo que decía aquella carta porque ha pasado bastante tiempo y mi cabeza tiene muchas cosas que han ido escribiendo encima, pero os puedo asegurar que era bien romántica e incluso tenia algún que otro verso. Lo único que estoy seguro es que al terminar puse un me gustas y eche unas gotas de colonia para que el papel oliera como había visto hacer en alguna película.
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